Historias

Historias para reflexionar

VER PARA CREER

Estaban un astronauta y un neurocirujano muy reconocido, discutiendo sobre
la existencia de Dios.
El Astronauta dijo: Tengo una convicción, No creo en Dios. He ido al espacio varias
veces y nunca he visto ni siquiera un ángel.

El Neurocirujano se sorprendió, pero disimuló. Luego de pensar unos instantes,
comentó: Bueno, he operado muchos cerebros y nunca he visto un pensamiento.

SER HUMILDE

Caminaba con mi padre cuando él se detuvo en una curva y después de un pequeño
silencio me preguntó: -Además del cantar de los pájaros, ¿Escuchas alguna
cosa más?... – Agudicé mi oído y algunos segundos después le respondí:
Estoy escuchando el ruido de una carreta.
Eso es- dijo mi padre-. Es una carreta vacía.
Pregunté a mi padre: ¿Cómo sabes que es una carreta vacía, si aún no la vemos?

Entonces mi padre respondió: Es muy fácil saber cuando una carreta está vacía,
por causa del ruido. Cuanto más vacía la carreta mayor es el ruido que hace.

Me convertí en adulto y hasta hoy cuando veo una persona hablando demasiado,
interrumpiendo la conversación de todos, siendo inoportun@ o violent@,
presumid@ de lo que siente y sintiéndose prepotente, tengo la impresión de
oír la voz de mi padre diciendo:
“Cuando más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace.”

CONSECUENCIAS

Un niño acaba de ser descubierto en una mentira. Su padre, comprensivo y moderno,
sabe que no es importante esa mentira sino el concepto moral del mentir.

Por este motivo el padre deja de hacer lo que estaba haciendo, se para frente
al niño y comienza a explicarle en un lenguaje sencillo por qué tiene que decir
siempre la verdad: -Hijo, no importan la consecuencias, las mentiras siempre
traen problemas y acarrean más mentiras.

Cada vez que mientes la confianza de los otros hacia ti se va perdiendo, es como
un vaso que se va trizando, hasta terminar por romperse.
Después, aunque intentes repararlo, nunca quedará igual.

Mientras el padre terminaba su explicación suena el teléfono y el niño, como
una forma de disculparse por el error cometido, dice: -¡Yo voy!
– Y corre a atender. -Es el corredor de seguros, papi.
-¡Ufa!, justo ahora, dile por favor que no estoy.
¿¿¿¿.....????

EL ARBOL DE LOS PROBLEMAS

Un carpintero que había contratado para ayudarme a reparar una vieja granja,
acaba de finalizar un duro primer día de trabajo. Las cosas no le salieron
muy bien, su contadora eléctrica se dañó y lo hizo perder una hora de trabajo
y su antiguo camión se negaba a arrancar.
Ofrecí llevarlo a su casa y mientras íbamos en camino permaneció en silencio.
Una vez que llegamos me invitó a conocer a su familia.

Mientras nos dirigíamos a la puerta, se detuvo brevemente frente a un pequeño
árbol, tocando en las puntas de las ramas con ambas manos.

Cuando se abrió la puerta, ocurrió una sorprendente transformación:
Su bronceada cara estaba plena de sonrisas.
Abrazó a sus dos pequeños hijos y le dió un beso a su esposa.
Posteriormente, me acompañó hasta el auto.
Cuando pasamos cerca del árbol sentí curiosidad y le pregunté,
acerca de lo que le había visto hacer un rato antes.

El me contestó: Ese es mi árbol de problemas.
Sé que no puedo evitar tener problemas, pero no pertenecen a la casa,
ni a mi esposa, ni a mis hijos. Así que simplemente los cuelgo en el árbol cada
noche cuando llego a casa. Luego en la mañana los recojo otra vez.

-Lo divertido es, dijo sonriendo, que cuando salgo en la mañana a recogerlos,
ni remotamente hay tantos como recuerdo haber dejado la noche anterior…

Franastur 28-02-2010

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