Habia un ciego sentado en un andén de París con una gorra a sus pies y un pedazo de madera escrita con tiza blanca: "Por favor ayúdeme soy ciego".
Un publicista del área creativa que pasaba enfrente de él, paró y vió una pocas monedas en la gorra.
Sin pedir permiso, agarrró el letrero, lo volteó, tomó la tiza, y escribió otro anuncio, volvió a colocar el pedazo de madera a los pies del ciego y se fué.
Al caer la tarde, el publicista volvió a pasar enfrente del ciego que pedia limosna. Su gorra, ahora, estaba llena de notas y monedas.
El ciego reconoció las pisadas del publicista y le preguntó si habia sido él quien reescribiera el letrero, sobretodo queriendo saber lo que habia escrito.
El publicista respondió: "nada que no esté de acuerdo con su anuncio, pero con otras palabras" y sonriendo continuó su camino.
El ciego nunca supo lo que estaba escrito, pero su nuevo letrero decia: "Hoy es primavera y yo no puedo verla".
"SIEMPRE ES BUENO CAMBIAR DE ESTRATEGIA CUANDO NADA NOS
SUCEDE"
Franastur 4-11-09
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